- ¿Qué tanto hay de mito en la supuesta influencia de la televisión? ¿Es el monstruo que suponen todos?
Yo creo que no es un mito. Hoy vivimos una especie de dictadura mediática. Por ejemplo, salvo algunos periódicos, todos dicen lo mismo. Puede que tengan columnistas que digan cosas diferentes pero, en general, dicen y defienden lo mismo. Están bajo el patronazgo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), piensan como la SIP y tienen un patrón que les dice cómo es que tienen que pensar, ya sea que estén más a la izquierda o más a la derecha.
"Nunca pensé que Ollanta haría un gobierno como este."
Es atroz (dice mientras se coge la cara como si acabara de fallar un gol, o acabara de recordarlo). Yo he sido, hasta el año pasado, profesor en la universidad, entonces a los chicos les preguntaba si Chávez era bueno o malo. El 99 % me decía que “malo”. Les preguntaba por qué y se hacía un silencio absoluto. Algunos decían, por ejemplo, que “a mi me parece que cerró una estación de radio”. Sí, es verdad, les decía, cerró una estación de radio como ese mismo año se cerraron 198 en Estados Unidos, Europa y América Latina porque terminó la concesión, solo que en el caso de la radio venezolana decidieron hacerlo noticia. Otros salían con que había prohibido los Simpsons. En más de 100 diarios salió “el dictador prohibió los Simpsons”; entonces yo leía la noticia completa y decía que se había categorizado a los Simpsons como programa para adultos, por lo que pasaron la emisión la serie de la mañana a las diez de la noche. En toda la prensa; sin embargo, decía que lo habían prohibido, y la gente lo creyó.
- Cómo se explica entonces que en las dos últimas elecciones, a pesar del rechazo de la prensa, Humala haya obtenido un tercio de los votos.
Es una cuestión saludable. Yo tengo la impresión de que en procesos de esta naturaleza siempre se opta por el outsider. Si ahora no sale un outsider no sé quién va a ganar. Pero cualquiera que se presente como outsider gana. Puedes ser tú o cualquiera. Yo no porque soy extranjero. Al parecer la prensa, en ese caso, no modifica la conducta.
Lo he pensado mucho, lo he conversado mucho, y la conclusión es que hay procesos en los que la gente piensa que puede vivir mejor y opta por cualquier que le diga que va a mejorar su condición de vida, que es lo que prometió Ollanta y es lo mismo que prometió Fujimori. En un país donde hay tan poca justicia, donde hay tanto menosprecio por la persona que trabaja, que no tiene ningún tipo de defensa, con sindicatos frágiles, y otras desventajas, cualquier promesa alimenta las esperanzas de la gente.
Yo nunca pensé que Ollanta iba a hacer un gobierno como este, pensé que iba a hacer un gobierno tibio, porque los poderes fácticos son muy fuertes. Pero nunca imaginé que fuera tan tibio.
- ¿Son más fuertes los poderes fácticos que los poderes del Estado?
Sí, cada vez que Ollanta quiere hacer algo tan simple como invertir más en la refinería estatal de Talara la prensa hace un escándalo, y tenemos un presidente que le tiene miedo a la prensa. Lo peligroso es que los poderes fácticos son los que controlan a la prensa y defienden intereses que son totalmente ajenos a los de las mayorías.
TELEVISIÓN PLURAL
- ¿Cómo se puede pluralizar la televisión? En Argentina es bastante diferente.
La ley de medios en Argentina pluraliza a un extremo insólito. Es fantástico. Tiene medios de comunicación manejados por comunidades rurales, por grupos minoritarios, por sindicatos, por las ONG. A mi me emociona porque les da voz a todos y muchos de ellos nunca tuvieron esa voz.
Acá todos los medios dicen exactamente lo mismo, pero con distintas palabras. Allá no, ¿te imaginas lo que sería recibir en la televisión la interpretación de una comunidad de indígenas, o de la comunidad LGTB sobre algún tema? Además aumenta la producción de contenidos en general, para televisión, radio, etc.
Lamentablemente han querido poner el palo en la rueda para que no se avance más en esa dirección diciendo que es un atentado contra la libertad de expresión. Una ley que da todas las libertades imaginables para todos los habitantes imaginables es un atentado contra la libertad de expresión (ironiza).
- ¿Cómo se sale de ese círculo vicioso en Perú? Donde cada vez que se quiere modificar alguna norma referida a medios de comunicación se le califica como un atentado contra la libertad de expresión.
Lo que pasa es que no hay pensamiento crítico. Si hay un logro fantástico del sistema neoliberal es que ha logrado idiotizar a todos, cada uno es enemigo de sí mismo y cada vez que alguien tiene un pensamiento liberal, en el buen sentido de la palabra, se tira un balazo porque piensa que no tiene derecho. Muchas veces, las anticonquistas del neoliberalismo son defendidas por las personas que las sufren, que son explotadas. Es la imagen del siervo besándole la mano al amo. Es desesperante.
En la universidad había chicos que no llegaban a pagar la cuota, que venían de familias que hacían esfuerzos gigantescos para que estudiaran, y ellos decían las mismas huevadas tipo “si no hay capital se detiene el desarrollo…” (remeda engrosando la voz, serio y solemne, casi como un idiota de verdad).
Como si lo que tuviéramos que hacer por el capital fuera bajarles los pantalones a todos, nos enorgullece que uno de los mejores países para la inversión sea el Perú. Que te dejes explotar y que te enorgullezca, es porque el sistema neoliberal ha hecho un trabajo muy bueno y lo ha hecho sistemáticamente a través de la televisión y a través de la prensa.
UNA VEZ, ME ROBARON UN RELOJ
- El temor por la delincuencia común (es decir, sin hablar de mafias y sicarios) ¿fue también una creación de los medios?
- Si en una ciudad de 9 millones de habitantes como Lima no hay un crimen es porque somos ángeles. Darle esa dimensión de que no se puede salir a la calle me parece exagerado. En 30 años en el Perú me robaron una vez un reloj y eso te puede pasar en cualquier parte del mundo. Además Lima no está entre las capitales más peligrosas de la región, es incluso una de las más seguras.
- ¿Cuál sería la intensión de crear temor? ¿Desestabilizar?
La idea es que se busque legitimidad para fortalecer el aparato estatal solamente en la represión. No en la asistencia social, no en la salud. El estado está para reprimir, no está para ocuparse de cosas secundarias como comer (ironiza). Esas ideas son mérito de los medios, debidamente aceitados por los poderes fácticos.
Cambiando de tema,
QUIÉN MIERDA ES ESE VIEJO QUE ESTÁ AHÍLa entrevista, en realidad, comenzó así.
- ¿Te puedo tutear?
Por favor, sino me cagás el día, flaco. Todo esto es un maquillaje (ríe, mientras gira su rostro como para que observe todos sus ángulos y descubra que es verdad, porque es verdad), lo digo en joda y lo digo en serio. Yo soy menor que tú.
Giacosa sosteniendo a giacosa. Fuente: caretas
- No te sientes viejo.
- No, yo soy menor que tú. Sigo jugando fútbol y sigo haciendo todas las huevadas que hacía de joven. Sigo pensando como una persona joven y cuando me miro al espejo digo quién mierda es ese viejo que está ahí. Es horrible porque los recuerdos de la juventud se graban muy fuertes, porque tu cerebro está más limpio y hay menos información, y a medida que va pasando el tiempo los recuerdos son más frágiles; entonces terminas identificándote más con tus procesos de joven que con los de viejo.
- ¿Te juntas con viejos?
Nunca te juntes con viejos. Los viejos son insoportables. Yo juego el fútbol con gente de 40, trabajo con chicos de 30 o 35 porque no aguanto a los viejos, te preguntan cómo andas del colesterol y les encanta ver quién es el que está más enfermo.
No le tengo miedo a la muerte, cuando eres joven le tienes miedo pero de viejo se te va. Don César Lévano me dijo una vez que era la muerte la que le tenía miedo a él.
*Publicado hoy en La Primera. El retrato usado para la primera imagen le pertenece a Jorge Cerdan.
Publicado: 2014-05-25
“Parece un campo de concentración”, fue la referencia que Guillermo Giacosa nos dio para que lleguemos al condominio dentro del cual está su departamento. Ha trabajado durante casi dos décadas en la televisión, es columnista y tiene un programa en Radio Capital. Conversamos con él sobre la influencia de los medios de comunicación en la sociedad.
Escrito por
Eduardo Santana Trabucco
@0eduardosantana
Publicado en
Chancho
Como los noticieros de las mañanas, pero peor.